Músicos, cantantes, bailarines y pintores, grandes artistas con capacidades diferentes que expresan y comunican su mirada del mundo. Esa es la propuesta de la película Mundo Alas, dirigida por León Gieco. Un show sin golpes bajos, de buen gusto y que se revela sincero al momento de mostrar los sueños sin límites de quienes apuestan por la integración.
León Giego trae “Mundo Alas”, una película que rompe con los prejuicios que tiene la sociedad con temas referidos a la discapacidad. El film es una “road movie” que narra la gira de un grupo de jóvenes artistas lanzados a mostrar su arte en diversas expresiones, como la música, la pintura y la danza. El talento y la experiencia de León, como lo llaman quienes lo admiran y quieren, deja su impronta en el film que contó además con la codirección de Sebastián Schindel y Fernando Molnar.
A lo largo de la película van conociéndose las historias de vida de cada protagonista y su evolución artística: los shows, los ensayos, la ruta y los hoteles son los escenarios de anécdotas de los nuevos sueños que se generan en cada uno de ellos a partir de la gira: lograr un disco, tocar con grandes bandas, escribir un libro o bailar en escenarios internacionales; aunque también para algunos de ellos significará un vuelco rotundo y anhelado a nivel personal y afectivo.
Mundo Alas implicó para los artistas no sólo recorrer las principales ciudades del país, sino también el compartir, el conocerse, el entenderse y volver a tener sueños y esperanzas. El corolario de la gira fue la gran presentación a fines de 2008 en el estadio Luna Park, momento en el que se estrenó la banda sonora, “Cabalgando en las profundidades”, música compuesta por Alejandro Davio con letra de Gieco.
Mundo Alas aún no alcanzó su techo. El proyecto que tiene como eje central la película, también incluye el disco editado por EMI, el libro "Cuento con Alas" de las musicoterapeutas Patricia Knopf y Silvina Mansilla, y un libro de fotos de la gira recientemente editado. Además, se prevé la emisión de la serie de televisión "Una gira diferente" por el canal Encuentro.
CANTAR, BAILAR, VIVIR…
Una de las protagonistas de la película es Carina Spina, periodista y cantante. Tiene 40 años y es ciega. “En la película canto –explica-. Desde que tengo uso de razón me gusta la música, siempre cantaba con mi padre tango. Luego, con el cambio de voz, pensé que no iba a seguir, pero cuando León escuchó un tema que grabé en un casete me dijo que me dedicara a la música, que no lo dudara”.
Carina vive en Fighiera, un pueblo a 35 kilómetros de la ciudad de Rosario, y además de contar la maravillosa experiencia que vivió en Mundo Alas, relata su perspectiva sobre la sociedad: “Aún hay mucha desinformación sobre la discapacidad. Las personas que se me acercan son buenas, pero por falta de información, desconfían. Y eso hace que no pueda conseguir un trabajo”. Situación que se repite, según ella, cuando trata de buscar amistades o, incluso, una relación de pareja.
La historia de Carina es al menos particular. Alcanzó a ver el mundo con sus ojos, pero con el tiempo su vista empeoró. A los 9 años le realizaron un trasplante de cornea que la llevó a mejorar, pero su vista progresivamente volvió a deteriorarse hasta que a los 18 quedó ciega por completo. “Hoy en día no veo el sol, pero lo siento en la cara; aprendí a vivir de otra manera. La música es mi vida y la gira reaviva la llama que siento por cantar”.
Otro de los artistas que protagonizan la película es Demián Frontera. Tiene 35 años y posee una discapacidad motriz que le impide mover el cuerpo del pecho para abajo. A los 14 años practicaba gimnasia deportiva y cayó de cabeza sobre una cama elástica, circunstancia que lo dejó en una silla de ruedas. Sin embargo, no dejó de entrenarse ni de mostrar su arte a través de la danza.
“La idea de Mundo Alas surgió de un casting que hizo la vida”, reflexiona Demián, y asegura que lo vivido en el film fue “una experiencia mágica”. Desde que hace ocho años conoció a León, está cerca del cantante. “León nos decía: ´Vos cantás, vení… vos bailás, vení´, y así empezamos a unirnos”, revive Damián, que baila tango y música contemporánea y tiene un conjunto llamado “Grupo Alma”.
“León dijo que Mundo Alas es un mundo espiritual para él. Y creo que es así –acota Damián-. En el elenco se generó buena onda, no hubo envidia ni celos como suele suceder en otros lugares con artistas. La gira duró 10 días y realmente fue mágico. Incluso yo encontré el amor y me casé con Soledad, una chica de la producción. Quiero aclarar que todos dicen “capacidades especiales”, pero creo que eso pretende minimizar la realidad. Somos personas, somos artistas”.
EL MUNDO A LOS PIES
Antonella Semaan forma parte de la fundación “Pintores sin manos”, y con apenas 18 años ha logrado el éxito con sus pinturas no sólo en la Argentina sino también en el exterior. Nació sin manos por un problema congénito, y aprendió a usar sus pies para pintar, y para todo. “Me encanta pintar, la idea de la película fue maravillosa porque pude mostrar cómo lo hago –apunta-. En realidad, todos tienen una idea sobre los pintores sin manos, pero nadie sabe como es en verdad nuestro mundo. Algunos sólo conocen los calendarios y tarjetas que hacemos. Yo me maquillo, como, me lavo los dientes y hasta me pongo los lentes de contacto con los dedos de los pies”.
Antonella dice que ha vivido situaciones difíciles por su condición, pero asegura: “No dejo que eso me afecte. Siempre hay personas crueles, pero gracias a Dios no se dio muchas veces. Me gustaría que haya más integración, desde el jardín de infantes debería darse, para saber que uno también es una persona”.
Todos los que participaron en la película coinciden en les abre oportunidades, muestra la otra realidad de las personas con discapacidad y los aparta de ese lugar de lástima e invisibilidad que muchas veces la sociedad reserva para quienes son distintos. “No me trates como a un discapacitado, sino como a un músico”, le dijo Pancho Chévez a León cuando lo conoció.
Pancho nació sin piernas ni brazos. Canta y toca la armónica, y fue el generador de la idea Mundo Alas. Cuando el presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales lo vio actuar, lo convocó para proponerle la idea de una película.
Beto, gran amigo de Pancho, es sus piernas y sus ojos. Por eso el músico le dedicó el tema “Canción para Beto”, que eriza la piel y conmueve: "Veo en sus ojos los míos. Siento sus piernas en mis pies. Me entiende cuando lo miro y sé muy bien qué va a hacer. Siempre empujando mi vida, gracias Beto por nacer", canta Pancho.
Otro de los que formaron parte de Mundo Alas es Alejandro Davio. Tiene 30 años, sufre de hidrocefalia y canta en la película y en la vida. “Me sentí muy bien, León nos trata de igual a igual. Se que somos un país joven con respecto al tema de la discapacidad. A la sociedad argentina todavía le cuesta integrar. Veo que no hay rampas en varios lugares ni semáforos para ciegos, por ejemplo”, dice Alejandro.
GENTE COMO CUALQUIERA.
Carlos Melo nació con parálisis cerebral. Es periodista y tiene un programa de radio donde transmite todos los shows de la gira “Mundo Alas”. “Soy un privilegiado de que León me haya convocado para la película –remarca-. Con el nos conocimos años atrás, cuando le hice un reportaje para la radio, en FM La Boca”.
Carlos destaca la recepción que la película tiene en la gente. “Eso es porque está bien hecha y hace hincapié en el arte y no en la discapacidad”, sostiene. Para él, el film “despertó una suerte de ventana en las personas y les hizo ver que las personas con discapacidad tenemos virtudes”.
Según el periodista, el hecho de haber compartido el proyecto “Mundo Alas”, hoy plasmado en el libro, la película y el disco, fue la oportunidad de “convivir con otras personas con discapacidad, situación que contribuyó a salir de esa suerte de gueto en la que muchas veces caen quienes padecen una limitación física o mental”.
“Cada uno de nosotros tiene una vida con problemas cotidianos como todo el mundo. A eso hay que agregarle las barreras sociales y arquitectónicas y el hecho de que mucha gente ve a la persona discapacitada como capacitada para nada”, señala Carlos.
Es que, lejos de mostrar personas con limitaciones que producen hechos artísticos, desde el comienzo del film el espectador se encuentra con artistas, en el sentido más cabal del término; con limitaciones, sí, pero fundamentalmente personas que brindan un espectáculo artístico de alta calidad, hermoso y sensible.
“El común de la gente no se da cuenta de que somos como cualquiera. Personas, algunas buenas, otras malas. En general hay estereotipos que llevan a pensar que somos todos ángeles. No es así, somos individuos con cosas buenas y malas, que trabajan, sienten, sufren. En el film se nos muestra tal cual somos, es nuestra vida, con todo lo que esta implica”, concluye Carlos.
La gira continúa, ellos siguen creciendo día a día, y hacen que los espectadores piensen y vean a sus alrededores cuando caminan por la calle. En un film único en su estilo que apuesta por la inclusión social y el respeto por la diversidad. Es una maravillosa experiencia musical sobre la superación y el amor, reconoce a las personas por sus capacidades y no por las discapacidades que en realidad todas las personas tienen en mayor o menor medida. Muestra un mundo en donde el horizonte de posibilidades se acerca un poco más a la realidad. Donde levantar vuelo no es sólo para los pájaros, sino para todos aquellos a quienes se les de una oportunidad.
Carina Spina (voz)
Periodista y cantante. Tiene editado un disco y escribe cuentos para chicos. Conoció a León Gieco al entrevistarlo para un programa de radio, y al tiempo él la invitó a participar de sus shows. Perdió la vista en la adolescencia.
Francisco “Pancho” Chévez (composición, armónica y voz)
Cantante y armoniquista, con su banda está grabando el tercer disco. Tocó con Los Piojos, Bersuit y Las Pelotas. Es amigo de León Gieco desde hace más de 15 años. Vive en el Hogar San Roque de Capitán Bermúdez, Santa Fe, desde que fue abandonado a las pocas semanas de vida. Nació sin extremidades superiores ni inferiores.
Alejandro Davio (composición, guitarra y voz)
Editó el disco Guardianes del Océano, y está preparando su segunda placa. Nació con hidrocefalia congénita, y fue sometido a 17 operaciones en el Hospital Garrahan. Durante sus internaciones, participó primero como alumno y luego como profesor en los talleres de musicoterapia. Allí conoció a León Greco, y desde entonces suelen componer en conjunto.
Beto Zacarías (manager)
Tiene 30 años y es el asistente personal de Pancho Chévez: lo ayuda a moverse y lo acompaña asiste durante los shows. Sufrió de desnutrición infantil, lo que lo dejó con secuelas a nivel cerebral y corporal.
Demián Ariel Frontera (bailarín)
Es integrante del Grupo ALMA, que promueve el Proyecto de Danza Integradora junto a sus compañeras Sandra González Neri y María Laura Vicenti. En su repertorio incluyen tango y danza contemporánea. A los 14 años, mientras entrenaba en gimnasia deportiva, sufrió un accidente que lo dejó confinado a una silla de ruedas. Luego de años de rehabilitación, volvió al deporte y llegó a representar a la Argentina en natación.
Maxi Lemos (voz)
Tiene 20 años y vive en San Luis. Editó un disco llamado Construyendo el canto. León Gieco lo invita a participar de sus shows cada vez que se presenta en esa ciudad. Nació con secuelas de parálisis cerebral.
Compañía de Tango Danza AMAR
Está compuesta por cinco bailarines: Karina Amado, Nidia Scalzo, Lucrecia Pereyra Mazzara, Javier Trunso y Eduardo Spasaro. Nació dentro de la Asociación AMAR en 2003, como una forma generar una experiencia artística a través del baile que les permitiera a un grupo de jóvenes con síndrome de Down y con otras discapacidades intelectuales; contar con un espacio de pertenencia. Han compartido escenario con artistas como Juan Carlos Copes, Raúl Lavie, Rodolfo Mederos y Darío Volonté.
Carlos Sosa (pintura)
Vive en el barrio de la Boca junto a sus dos hijos, pinta y trabaja en caminito donde vende sus obras. Pertenece a la Asociación Pintores sin Manos y a la Asociación de Artistas Plásticos de Caminito. Tiene tetraplejia espástica,
Rosita Boquete (video)
Es la agente de prensa de Pancho Chévez y al mismo tiempo registra en foto y video todas sus presentaciones. Estudió diseño y comunicación. Junto con Pancho, fue unos de los primeros bebés en llegar al Hogar San Roque. Nació sin manos y sin mandíbula.
Antonella Semaán (pintura)
Tiene 18 años, acaba de terminar el secundario y se dispone a empezar sus estudios terciarios. Pertenece a la Asociación Pintores sin manos.
Carlos Melo (periodista)
Es especialista en temas relacionados con la discapacidad y la integración. Tiene un programa de radio con exclusividad para transmitir los shows de la gira Mundo Alas. Nació con parálisis cerebral.
Raúl Romero (presentador)
Es el locutor y presentador oficial de los shows de Mundo Alas. Hace 33 años que vive en el Cotolengo Don Orione, donde tiene varios programas de radio.
Entrevista a León Gieco.
Por Valeria Massimino.
¿Cómo surge la idea de Mundo Alas?
Todo surge a través de un casting que hizo la vida, y fue muy acertado. A nadie se le ocurrió hacer esto, la verdad quenunca. A los chicos que trabajaron en la película los conocía de la vida porque en varias oportunidades compartimos un escenario; y por eso se dio esta maravillosa idea. Yo no estaba preparado para trabajar con la discapacidad, nunca antes había hecho algo de esta magnitud. Fueron coincidencias que se dieron para que esto se hiciera y una vez que lo tenés, lo empezás a rodar y valió la pena.
Recuerdo cuando estuvimos mostrando el espectáculo en Canal 7 en el año 2007, fue una conmoción y fue visto por muchas personas. A su vez, Jorge Álvarez (ex director del INCAA) nos vio en Casa de Gobierno cuando tocamos con la banda y dijo “tenemos que hacer algo con estos chicos”.
Y bueno, salimos a hacer la gira. Pasaron cosas hermosas durante el rodaje. Las historias que se cuentan durante el film son reales, hasta hubo un casamiento, que fue entre Demíán, que está en silla de ruedas, con una chica convencional y eso también muestra que la integración es posible. Mundo Alas no es solo esta película, sino que son presentaciones en diversas provincias del interior del país, y ya es un disco.
¿Qué sensaciones tuviste durante el rodaje de la película?
Me produjo cosas interesantes, y creo que los espectadores también sintieron cosas fuertes. La gente sale llorando. Por ejemplo se preguntan cómo este chico puede ser tan feliz en una silla de ruedas, pero también tiene momentos de humor. Uno siente que es discapacitado, no todos pueden pintar o componer música o incluso bailar tango.
Me di cuenta de que cuando actué con todos los artistas de Mundo Alas, por primera vez en la Casa de Gobierno, era mucho más fácil para mí tocar con ellos que con mi banda, que está super ensayada. Con Pancho, que no tiene piernas ni brazos y toca la armónica; con Ale Davio, que compone y canta; con Maxi Lemos y Carina Spina, ambos cantantes y con Demián Frontera que baila en su silla de ruedas. Cada vez que vamos a tocar juntos los llamo y les digo qué vamos a hacer y punto; y si bailan tango los chicos de Amar, que son pibes con síndrome down, hacemos un tango. Todo se ensambla naturalmente, sin hacer esfuerzo y yo soy uno más. Para mi la importancia de Mundo Alas es que es un evento dentro de mi carrera en el cual aprendí muchísimas cosas. Incluso a ser uno más. Ahora soy secundario en un show, no es que todos van a ver a León Gieco como solista. Quieren ver a los chicos.
¿Por qué decís que Mundo Alas es un mundo espiritual?
Es un mundo espiritual porque se siente una vibración diferente. Los chicos discapacitados tienen su mundo espiritual más abierto que nosotros, y muestran cosas increíbles. Yo hallé ese mundo, otros lo hacen con el yoga por ejemplo. Soy hiperquinético, y con la gira encontré espiritualidad en movimiento, que son mis momentos de libertad. Sumado al cariño de la gente que es algo importantísimo en mi vida. Mundo Alas es algo que no puede explicarse, por eso hablo de un mundo espiritual.
¿Qué cosas del cine te llamaron la atención?
Antonella tiene magia, ella pinta retratos y se pone las lentes de contacto con los pies con la misma agilidad con la que se peina y se maquilla sin manos. O la de Demián, que baila y hace acrobacias a pesar de haber quedado en silla de ruedas. Parece magia para los que piensan que una limitación física puede llevar a la marginación. Para otros es simplemente desarrollar otras capacidades igualmente propias del ser humano. Como decía Frida Kahlo: "Pies, para qué os quiero, si tengo alas para volar".
Los sonidos del silencio son importante en la vida de un artista, y lo viviste en Mundo Alas… ¿Cuáles son esos silencios?
Hubo silencios en las canciones. Silencios importantes que me tranquilizaban y me hacían bajar un cambio. Los silencios en esos momentos maravillosos que tiene Mundo Alas hacen producir mejor música. Vivimos un universo con puntos sensoriales intensos que muestran la esencia de la vida.
¿Por qué creés que algunas personas no quieren ver la película?
Creo que las personas tal vez no quieren verla porque suponen que habla de la discapacidad en la argentina, y que hago un documental sobre la falta de rampas, pero apunto a otras cosas totalmente diferentes.
¿Crees que hay desinformación en la argentina con respecto al tema discapacidad? ¿Qué percibís?
Noté que algunos padres tienen vergüenza de mostrar a sus hijos discapacitados, como si fueran una planta, pero pueden hacer cosas y eso muestra la película. Una vez tocamos con Teresa Parodi y el show estaba acondicionado para chicos con discapacidad, pero los padres no los llevaron.
¿Cuál es el mensaje que trasmite la película?
La conclusión final es que uno ve el trabajo de los artistas, no la discapacidad. Y a mi me gusta estar en un escenario con gente que quiere estar ahí. El arte es siempre importante en la vida de una persona con o sin discapacidad, porque no olvidemos que todos tenemos alguna. El arte se potencia en algunas personas y logra cosas increíbles. Hay una continua demostración de que las dificultades se superan cuando hay pasión y creatividad.
¿Pensás que va a tener más repercusiones Mundo Alas?
Mundo Alas es atemporal, es un trabajo que dentro de veinte años va a tener la misma importancia que hoy. Estoy seguro que en el exterior más que acá. Ya hay un pedido para llevarla a Madrid, Montreal, México y Ecuador.
El éxito es haberlo hecho y esto se verá con los años en colegios primarios y secundarios, y hasta en universidades.
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